lorenzo salamanca garcia

POLIZON:

Me dormi pensando 

en nuestro amor extraño.

Me repetia a mí  mismo:

Mejor no pensarlo.

El calendario de la cocina 

estaba repleto

de huecos de ausencia.

Me desperté 

y como quien huye

tras un crimen 

tu ya te habias ido.

Mi vida era un crater

de lava incandescente.

Me dispuse

para no perder 

el tren

que me llevaba a tí.

Llevaba tiempo detenido

en una estacion en ruinas.

Como polizón me colé 

por una ventanilla.

Otro comportamiento más,

nada ejemplar.

Anonimo.

Sin ser visto.

Sin ruido.

En plena noche 

y tras un invierno frio

sono un silbido prolongado,

indicando la salida.

Mientras circulaba 

yo tocaba

el acordeon de mi alma.

Preparándome 

para el baile del encuentro.