Allen Andree

VÍSPERA

No todo tiene recompensa

Quiźa sí en los extremos el mundo

Quizás en el menor gesto hecho con amor

 

Por qué nos piden ser tranquilos como el agua

Cuando crujen los árboles ardientes

Cuando el oído oye gritos en cada esquina

Por qué piden que no se apague la hoguera

 

Ya no se trata del cansancio

Se trata de cuánta indignación resista tu copa

De cuánto esfuerzo deposites en deshacer

Con tres o cuatro días después de ejecutado

 

Deberíamos de hablar de indignación

Pero nuestro sitio es uno donde se bebe esa amargura

Y se supone que eso merecemos

Y se supone que en nosostros se debe liberar esa espuma

 

Y se hace más largo el camino

Entre mi mente, lengua y dedos

Mientras atentos están los sentidos

Que afijan su sintonía

Y hacerlo material de otra perturbación