Soy un alma sombría, de mirada helada,
Tú, un espíritu fugaz, en llamas y vida.
Yo, sombra oculta, en la bruma anhelada,
Tú, faro que brilla, de luz merecida.
Descifras la aurora, su dorada jugada,
Yo, en la noche oscura, la esperanza perdida.
Distantes nos hallamos, en senda negada,
Como luna y sol, en la calma herida.
En mi pecho se anida un afecto apaciguado,
Mientras en tus ojos danza la risa dorada.
Soy eco del viento, con desconsuelo desmedido,
Tú, canto vibrante de la vida soñada.
Caminos separados, un amor incomprendido,
Yo, sombra errante, y tú, vida alada.