Si por caprichos del corazón yo, amar quisiera.
Me gustaría escuchar unas hermosas armonías.
Y, si alguien me preguntara, al piano escogería.
Como ofrenda de amor, sin dudas, yo pudiera.
**-**
Un reto nunca me asombró pero sí, me animó.
Siempre, le arrimé a mi voluntad, la obligación.
Por ello, me cantaba una canción tras canción.
Por eso, mi padre, la joven cantarina me llamó.
**-**
Hoy en mis afines evocativos, evoco su pasión.
Como no hacerlo, si tuve dos hábiles del canto.
Mi Padre corregidor y mi Madre, la inspiración.
En mi evocación, me abraza la alegría y el llanto.
**-**
De jovencita, muy criticada fui, por cantar tango.
Y hoy, en la escena musical, asume un alto rango.