RENNY LOYO

Preguntas Filosóficas

La resequedad de mi piel ya es insportable,

el sopor del verano me tiene harto, 

aunque se acerca la lluvia, el tormento

del canto de la chicharra me agobia.

 

Y me pregunto:

¿En otros lugares del mundo,

yo pudiera estar contento?

¿Si en otros espacios geográficos de la tierra,  las montañas,

los ríos, los tepúes, las quebradas, los riachuelos,

los espejos de agua,  los riscos, 

los saltos, los llanos, el mar,

la selva, el asfalto, los edificios, las casas,

los trenes, los metros, buses, los taxis,

los delivery,

en fin todo lo creado,

todas mis necesidades facilitadas para su satisfacción, 

garantizarían mi felicidad?

 

¿Por qué me quejo de lo que tengo, y a su vez niego que lo tengo?

¿Cuándo empecé a quejarme del sopor de la calor,

del canto de la cigarra?

 

¿Quién cambió mi percepción de la alegría de la rueda del rin, de los muñequitos de barro,

de la tombola, del loco escondido, de las metras y el trompo?

 

¿Cómo fue que me aburrí de mi infancia y no lo transmití a mis hijos de esta generación?

 

¿Cómo fue que me desprendí de mi oficio humanitario, de mi memoria, del amor vivido y compartido?

 

¿Qué soy ahora?

 

¿Un algoritmo?

¿Sirvo a una matriz?

Me siento como en la luna, desde donde la tierra, la humanidad

y el desastre, se pueden contemplar de manera multicolor.

 

¿Dónde dejé de amar, cuándo dejaron de amarme?

¿En qué me equivoqué como ser humano?

 

¿Cómo fue que yo me traicioné a mi mismo?

 

Y ahorita ¿Dónde estoy?