Que me abrase el sol por dentro
que el agua me mate de sed,
que sean cuchillos el viento
clavados contra mi piel.
Que pague en mi vida ese precio
y que muera, poco a poco
antes de ver que tus ojos
enmudezcan de silencio.
Tu mirada es mi sustento
y mis ganas de vivir
lo demás es puro cuento.
No me quites tu mirada
es lo único que quiero,
sin ella puedo morir.