Y yo aquí sigo abrazando el pasado
con un nudo amarrado a mi garganta,
donde la soledad oprime a mis miserias
sacudiendo a mis lágrimas que no paran.
Voy al encuentro de lo no olvidado
siguiendo la huella donde ya no queda nada,
en una oscuridad carente de estrellas
con una pena que va quebrando a mi alma.
Sigo detrás de los sueños que se han despertado
detrás de las pasiones más desenfrenadas,
voy en la búsqueda de mis cosas más añejas
en las volátiles ideas que nunca descansan.
Yo aquí despierto sin una sombra a mi lado
perdido en un laberinto de invisibles murallas,
aquí sintiendo sobre mi rostro el paso de esta tormenta
para que dentro de mí no haya ni paz ni calma.
Siento sobre mí el peso de lo que se ha ausentado
la herida que, al abrirse solamente sangra,
que la distancia con el tiempo más sé inmensa
y son solo frías imágenes que delante de mí solo pasan.
Voy en busca de aquello que he ido dejando
para no quedar abandonado y sin esperanzas,
voy en busca de aquellas palabras que quedaron muertas
y aún son el eco vacío que me recorre el alma.