Grito Mudo
Las cicatrices del cuerpo,
surcos profundos,
tallados por manos
que debieron amar.
Un eco de golpes,
latido de un miedo,
que se cuela en la carne,
anida en la memoria.
Hematomas que duelen
en el alma,
un grito mudo,
un padre ausente
en la sombra,
grabado en mi cerebro
como un disco rígido.
Esos golpes
en el frío de la noche
y nadie
para poder acudir.
Hoy, de grande,
siento en sueños
los sobresaltos,
los miedos, los temores,
lágrimas en mi cara,
heridas que aún sangran
en el cuero cabelludo,
formas de vida
que hoy, como padre,
no quiero replicar.
En la risa de mis hijos,
mis nietos, un sol se abre,
bienestar, paz, tranquilidad
para construir un futuro
sin violencia, sufrimiento,
de dolor que se desvanecen
abriéndose a la felicidad.
Autor: Antonio Pais