¿Será que por mi vientre pasará,
como la suave brisa, tus estíos?
En la sombra que viene y que se va
aparece un camino que lleva al más allá,
una vía cuajada de amor y de albedríos.
Y, en su recogimiento, sustraerá
mi mano de las sombras los rocíos,
las lacrimosas aguas de tus ríos,
como igual tus mechones alumbrados.
Vientre, brisa y estíos, con la luna,
se verán reflejados, y entre los mantos ajados
de la noche, contornos serán más que alusiones…
Alusiones y éter… sus creaciones,
suaves brisas que unen su fortuna.