Andrea16

Cartas a quien no me quiere II

Una zalamera zarrapastrosa 

esclava de lengua y boca, 

con tantos hombres ha encamado

que su hueco en el colchón

han tatuado.

 

Si los ojos reflejan el alma,

no tienes ninguna dentro;

 esos ojos negro azabache,

sin vida, sin color, sin alegría,

miran a todos con despecho.

 

Con despecho, y bien despechada,

altanera de profesión,

ramera de condición,

nunca estás desocupada.

 

Una princesa del diablo;

maestra de la prepotencia,

que muestra muy contenta

su falta de inteligencia.