Recorro estas calles, solitario y ausente
con mi pensamiento en abierta rebeldía.
No soy feliz en este mundo tan diferente
que no importa si es de noche o es de día...
Recojo piedras del suelo para arrojarlas
queriendo abstraerme de mi realidad,
contengo lágrimas que no quiero liberarlas
para que en silencio me digan la verdad...
Mi mente vuelve en un triste regreso
en dramáticos instantes que solo traen dolor.
En esta ceremonia de luto me nace el verso
siguiendo la huella que una vez me dejó el amor...
Tratando de no pensar, aún no dejo de pensar
en aquello que apasionadamente quise tanto.
Todos equivocamos caminos al caminar
y en la dicotomía de ayer a hoy nace mi quebranto...
Soledad, que me atrapa vestida de recuerdo
en un laberinto que parece no tener una salida,
y andar en estas calles me contagia el miedo
que entre tanto andar se haya perdido ya mi vida...