D. Méndez

Huir del Desencanto

Quiero irme lejos,
lejos de la apatía que pesa en tu mirada.
Aunque seas dulzura en la superficie,
mi alma se resiente, mis raíces se quiebran.
No quiero ver cómo caen mis sueños,
junto a los tuyos, sin rumbo, sin sentido.

Pienso en partir a donde el viento me llame,
donde mi historia pueda brillar sin sombras,
donde tus besos ya no pesen,
y tus promesas no sean cadenas.

El amor verdadero no se desvanece,
si no es eterno, entonces nunca fue real.