nachosol

EXORDIO

 

En el correr del tiempo fui alimentándome de amor

hacia una muchacha, una mujer, una dama

a la que nunca o apenas pude hablar.

Desde la adolescencia la veía de un lado a otro de mi vida.

Mi timidez me impedía acercarme, la miraba de reojo para que ella no se percatara;

fui guardando en lo más profundo de mi memoria cada instante donde la veía,

jamás me atreví a decirla que me gustaba, que la soñaba.

Pero el azar quiso un día, ya en la madurez,

muerta la timidez,

que nos encontráramos,

despertando un volcán de sueños dormidos,

y en una locura extrema me declaré a ella.