Me rodean cuatro paredes, un techo y una canción.
Las paredes sujetan al techo, que tapa al cielo que me recuerda quien soy yo
La canción suena lenta, tristes son las notas y de melodía crudo dolor.
Existe una puerta que tiene de pomo un corazón.
Que alguien la abra, con manos de sangre gire el pomo y vea quien espera en este rincón.
Que oiga quien canta entre cuatro paredes, un techo oscuro y un servidor.
Que piense, que entienda, que sin juzgar observe, se asome el abismo del interior.
Que huela la mierda, la rabia, la sangre, el miedo, las flores y mi sudor.
Que coma aquello que sirven ya hecho, cortado y guisado, duro y frío y sin sabor
Que beba el agua, el café que bebo, que abra los ojos y trague el alcohol
Que abrace al hombre que yace desnudo con ojos perdidos en su razón.
Que sienta y perdone aquellos pecados que grito y roban mi respiración.
Y así que escuche. Que calle y escuche. Que guarde y se pudran aquellas imágenes que hoy tomó.
Son cuatro paredes. Cuatro verdades. Y en todas ellas la misma canción.
Escrito el 29 de mayo de 2023