Pareces un ángel, de ojos celestiales,
pero en tus susurros, un infierno enciendes.
Con voz de seda, me envuelves en tus males,
ángel de luz, con alma de fieras enciendes.
Tu alma brilla como un ángel. Pero esconde
Un fuego demoniaco
Tus ojos, dos estrellas en la noche
Me guiaban a un paraíso perdido.
Pero en tu voz, a veces,
Resonaba un eco que helaba mi sangre.
En tu beso, un abismo se abrió, tragándose mi ser,
dejándome vacío y sin voz.
Te llevaste mi alma, mi luz interior, mi razón de ser,
y en tu partida, un alto precio pagué.
Lágrimas y noches en vela, mi moneda de cambio,
por esta libertad que hoy siento, aunque con cicatrices
que adornan mi alma, recuerdos de un amor que fue tormenta.
Pensé tocar el cielo, pero caí en un infierno
hechizado por los encantos, de tu amor tan incierto.
Pero hoy, libre de tus cadenas, mi corazón late con fuerza,
listo para un nuevo amanecer.
Ahora, como pájaro en libertad, mi corazón busca la paz,
un nuevo amanecer donde el amor florezca.
Dejando atrás el dolor, renaciendo en la esperanza,
hacia un futuro donde los sueños se alcanzan.
Como el ave fénix, surjo de las cenizas,
batiendo mis alas hacia un nuevo sol.
Dejando atrás la sombra y el dolor,
vuelo libre, hacia un futuro mejor.
Gonci