Salva Carrion

Rodean mi alma tus brazos bronceados

Rodean mi alma tus brazos bronceados,

en nocturnos momentos tan esperados,

en busca de nuestros juegos hechizados.

 

Tu voz cálida, de timbres sosegados,

se desliza por mi cáliz perfumado.

y sacia mi excitado botón perlado.

 

Tus besos son como el rocío dorado

que despiertan mi deseo aflorado

con tus labios de perfumes afrutados.

 

Mi ardor crece bajo tu cuerpo desnudo,

mi ser se desvanece en hondos gemidos,

notas de un profundo adagio improvisado

 

Para ti abro mi tesoro almibarado

y te retengo en mi gozo desatado.

Ahora más y más, te deseo dentro.

 

Estréchame dócil y siente mis senos

para que coincidan juntos nuestros ritmos

y llenarme de tu licor liberado.

 

Reserva tu abrazo final prometido;

quiero gozar de tu calor compartido

que el Sol de mañana aún no ha renacido.

 

En sombras percibo tu afable mirada,

veo mi descanso en ella reflejada

y duermo feliz junto a ti complacida.