De la alegría a la tristeza
podemos tan rápido pasar,
que si hoy hemos llorado
mañana podemos celebrar.
La muerte de un familiar
es para sentirse triste
y si nos invitan a una fiesta
para cumplir uno asiste.
Podemos llorar de alegría
por lograr una victoria
y por la derrota de un enemigo
nos podemos sentir en la gloria.
Celebramos con la alegría
y lloramos con la tristeza,
pero a veces nos pasamos
y perdemos na cabeza.
Si le sucede algo malo
a quien nos ha hecho daño,
lo vamos a celebrar no un día
si no durante todo el año.
La vida a veces es muy cruel
y lo digo con gran certeza,
es por eso que suceden las ironías
de la alegría y la tristeza.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,30/05/2024.