Mañana despertaré
y tu ausencia será un peso en mi pecho,
una sombra alargada que me sigue por el sendero.
Recuerdo nuestros paseos,
tus risas,
tu pelo al viento,
ahora solo queda el eco de tu voz en mi mente.
¿A quién podré contarle que te siento lejos?,
si nadie más conoce la profundidad de mi ser
En cada rincón de la casa,
tu recuerdo florece,
como una flor marchita en un jardín abandonado.
Aunque estés lejos,
te siento cerca,
en el latido de mi corazón,
en cada sueño,
en cada esperanza.
Quizás el tiempo cure estas heridas,
pero tu recuerdo siempre vivirá en mí.
Si alguien pregunta qué fue de nosotros dos,
les diremos que fue un sueño que se desvaneció.
Un hasta luego que se convirtió en un adiós,
aunque nuestras almas sigan cautivas de este amor.
En cada atardecer,
en cada lágrima que cae,
te recuerdo, amor,
y siento tu ausencia.
duelen los recuerdos
Pero en el fondo, sé que se que te amé,
y aunque tenga el corazón desgarrado
Te amé,
eso es lo único que importa.
El destino tejió nuestros hilos de una manera extraña,
un hasta luego que se convirtió en un quizás.
Si alguien pregunta qué fue de nosotros dos,
les diremos que fue un juego del azar,
una moneda al aire.
Pero en el fondo,
sabemos que el amor no muere,
solo se transforma, se esconde, espera.
Y tal vez un día, bajo un cielo diferente,
nuestros caminos vuelvan a cruzarse.
En cada esquina,
en cada beso robado,
sembramos semillas de un amor que nunca murió.
Aunque el tiempo pase y los caminos se dividan,
nuestros corazones seguirán latiendo al mismo ritmo