En melancolía lejana,
se despide en la mañana,
pues su vida se apaga,
en los millones de pasados,
que nos separan.
Nostálgica embelesa,
disfrazada de sueños,
entre neblinas de colores,
purpúreos como en luto,
ausente amor absoluto.
Hermosa tibieza que me acompaña,
descansa quieta en mis recuerdos,
cada mañana me deja durmiendo,
a pie de lápida, en frío de cementerio.