Veo impreso en el Sabor del Presente, el Placer de la Existencia de aquel Ajedrez Heráldico y pleno de Abstracción de Guerra que Juega Sumiso o Rebelde desde hace viejos siglos, el Humano Ser.
Siglos cubiertos, entre telones de Gruesos y Sucios Lienzos. Décadas Desparramadas y Centenares de Solsticios y Equinoccios, Vividos y Desconocidos por el Hombre.
Mi Ventura es la Invención de Fábulas. Entre Victorias y Derrotas ya Aceptadas Gozo de la Variedad
Letárgica del Orbe, que Entrevee Misterioso, algo Sádico o Dulce, pero Innombrable.
Lunas de Marfiles, Instrumentos Imprecisos e intrincados Sintagmas, que no poseen Cifras
del Tiempo Humoso, Desvariante y de Hierro Transcurrido, Desde aquel Mítico Incendio, antes de Cristo.
Soy la Turbulencia Cubierta de la
Noche, y Ráfagas Pesarosas de un Silencio que no Comprendés, que no Narrará Jamás,
ni Siquiera en un Mínimo Apagón de Luces de Aquella Estrella, Sólo Mía, que Señala la Ruta.
de mis Sentimientos y Opacidad Notoria.
Percibo la Penumbra de Aquel Escenario Dramático, Plasmado de un Barniz Secreto que Despeja u Opaca Enigmas de Espejos.
Secretos que nunca serán Develados, Ungidos, Herrados, de Interrogantes Existenciales
de la Misma Vida que Compartís.
Silencios de la Finitud Histórica y Valiente, de Despejar Tinieblas.
En la Noche que aún no se Cierra, Una y Otra vez Repetida e Incesante,
Como Carrousell Sin Caballos de Madera, Como la Extrema Levedad de tu Sombra,
Como la Existencia, Burlada por la Sabiduría,
Que Busca aquella Meseta de Piedra, sin Capiteles ni Astrálagos
Poblada de Ángeles o Negros Fantasmas,
En aquel Desierto de la Nada,
En que Vivo y en Dónde Sobrevuela Distante
Un Ave con Alas Dispersas, Flota Ya! en el Aire Fogoso,
en el Viento Tenaz
de mi Memoria…
(Patricia)