Un bozal intentan ponernos,
más yo me niego y lucho.
Ante una libertad de expresión
que solo cuatro dispensan,
y no es cuestión de política,
es cuestión de políticos/as.
Siempre existe un sinvergüenza
por cada algún millar de votos.
Debiera de ser esta la cuestión:
ninguno de nosotros se da cuenta,
porque te tapa y te obsesionan
con falsas encuestas recocidas,
como se manipula y cuece droga,
y el cocinero ¡es un pariente!
Y de buena gana, arrojaría al pozo
de las serpientes, a los lugartenientes,
a politicastros y politicastras
Por suerte, nunca se nos llevarán la vida; ¡caerán primero!