El sol ya se había ocultado, dejando que la suave penumbra envolviera la habitación. Sinai y Enai se miraban con una mezcla de ternura y deseo, sus cuerpos aún vibrando por el intenso momento que acababan de compartir.
Sinai, con las mejillas enrojecidas y la respiración entrecortada, miró a Enai con expectación. Sin decir una palabra, Enai deslizó sus manos por la cintura de Sinai, acariciando la tela de su falda antes de comenzar a desabrocharla lentamente.
\"Quiero verte... completamente,\" susurró Enai, su voz suave y llena de promesa.
Sinai asintió, sintiendo su pulso acelerarse. Levantó los brazos mientras Enai deslizaba la falda por sus caderas, dejándola caer al suelo. Enai siguió con la blusa de Sinai, desabrochando cada botón con delicadeza, revelando poco a poco su piel. Sinai cerró los ojos, disfrutando de cada caricia que acompañaba el proceso, hasta que finalmente se quedó desnuda ante Enai.
Enai la contempló, su mirada recorriendo cada centímetro del cuerpo de Sinai, deteniéndose un momento para apreciar su figura, sus curvas, la suavidad de su piel. \"Eres hermosa,\" dijo, con sinceridad, antes de besarla nuevamente, esta vez con una pasión renovada.
Lentamente, Enai guió a Sinai hacia la cama, recostándola con suavidad sobre las sábanas. Sinai, sintiendo el calor del cuerpo de Enai contra el suyo, se entregó completamente, dejando que Enai tomara el control.
Enai comenzó a explorar el cuerpo de Sinai con sus manos, acariciando sus senos, su abdomen, y luego bajando hacia sus muslos. Pero no se detuvo allí. Sus dedos continuaron descendiendo, acariciando suavemente la parte interna de sus muslos, hasta llegar al punto más íntimo de Sinai. Después, su mano se deslizó más atrás, acariciando el ano de Sinai con una suavidad que la hizo estremecer.
\"¿Te gusta?\" preguntó Enai, su voz apenas un susurro en el oído de Sinai.
Sinai asintió, mordiendo suavemente su labio inferior mientras sus piernas se separaban un poco más, invitando a Enai a continuar. \"Sí... sigue,\" murmuró, con un tono que revelaba la mezcla de nerviosismo y excitación que sentía.
Enai, alentada por la respuesta de Sinai, comenzó a estimular el ano de Sinai con movimientos lentos y cuidadosos, usando sus dedos para explorar suavemente, provocando que Sinai dejara escapar gemidos de placer cada vez más intensos. Enai alternaba entre besos apasionados y caricias, asegurándose de que cada parte de Sinai recibiera la atención que merecía.
Sinai arqueó la espalda, sintiendo cómo el placer se acumulaba dentro de ella, incrementándose con cada caricia de Enai. Sus manos se aferraron a las sábanas, su respiración se volvió más pesada, y su cuerpo se entregó completamente al control de Enai.
\"Enai... me vuelves loca,\" jadeó Sinai, sintiendo cómo el placer se intensificaba con cada segundo que pasaba.
Enai sonrió, inclinándose para besarla una vez más. \"Eso es lo que quiero,\" respondió, mientras sus dedos continuaban su danza, llevando a Sinai más allá de los límites del placer.
Y en ese momento, mientras los cuerpos de ambas se fundían en un solo ritmo, Sinai sintió cómo el mundo a su alrededor desaparecía, quedando solo ella, Enai, y el fuego ardiente de la pasión que compartían.