Dejé mi cuerpo, un cascarón vacío,
En busca de tu alma, mi amor.
Atravesé las nubes, un cielo sombrío,
Para encontrar tu luz, más allá del dolor.
Llegué a una taberna, de atmósfera sombría,
Donde el blues resonaba con dolor.
Un anciano, con barba, me miró con ironía,
Y me dijo: \"Tu hora aún no ha llegado, señor\".
Entre copas de olvido, y notas de blues,
Busqué tu rostro en cada alma que vi.
El anciano, con ojos de sabio,
Me habló de la vida y de la muerte así:
\"El amor trasciende, más allá del tiempo,
Pero en este plano, no siempre se encuentra.
Tu alma, quizás, aún busca tu templo,
Y en otro lugar, tu amor se encuentra.\"
Con el corazón roto, y la esperanza perdida,
Regresé a mi cuerpo, a esta realidad.
Pero en mi alma, una llama encendida,
Me recuerda tu amor, en cada unidad.
Gonci