solo un poeta

Cuento imaginario

Lo que pasó es que la alegría se volvió ira, el dolor en rencor, y el amor se cambió por dolor, pero no hay dolor igual al que cuando eres olvidado, remplazado, y te das cuenta que está perdido. Era perfecto, el cielo sabía esto, pero no estaba en el plan. Por eso ya no existe uno de nosotros que aún amemos al otro.

Esa promesa me detendría más tarde, cuando ya casi amanecía, pero nunca iba a ser de día; me quedé con el pensar que algún día hubiese un reencuentro marcado por el tiempo, pero no era cierto; era otro de esos cuentos que me imaginaba y hasta los soñaba.

Una vez te dije que el que extrañaba vive en el pasado; por eso escribo esto porque estoy en un recuerdo; me escondo en la soledad del silencio, y me pregunto a donde fueron tus ojos cafés con los cuales me ipnotizabas, donde está tu voz, la cual es un canto de ruiseñor… Perdón, pero esto es un adios.