El amor no es algo etéreo,
no es una simple canción.
El amor de una generación solo existe,
mientras existe su flor;
después todo termina, nuestra vejez llegó.
Vendrán otros tiempos con sus amores;
otras maneras de vivir la música,
otras maneras de morir sin su flor.
Es lamentable que el dolor de su ausencia
se ensombrezca por mezquinos sentimientos
cuando el mundo muere en su dolor;
solo importa la triste noticia:
Ha muerto el Príncipe, ha muerto la flor.
Muchos dirán hermosas palabras a su memoria
y seguramente lo harán mejor que un servidor.
Se escribirán notables biografías.
Su vida será motivo de nuevas películas.
En algunas ciudades erigirán monumentos,
y su tumba (pase lo que pase),
será motivo de peregrinación.
Pero eso será cuando pase el tiempo,
cuando los libros, las películas, las estatuas,
sean la huella que deja para siempre,
la gloria que en vida sembró.
Más para nosotros,
simples mortales que convivimos con su obra viva,
ha muerto José, ha muerto el Príncipe,
ha muerto el amor para su generación.
Ya todo termina, la vejez llegó.
Frank Calle (10/ octubre/ 2019)