No sé si es un don o una virtud, pero si lo es, es un mal don y una mala virtud, ¿a qué me refiero?, a que escribo mejor herido que curado.
Me inspiro mejor roto que cocido, me expreso mejor dañado que sanado, escribo mejor triste que alegre.
No sé, no creo ser el único. Grandes poetas han usado métodos no tan sanos para sus versos, a veces perversos y sus poemas calando hondo en la cabeza.
No sé, si es amor o desamor, pero la verdad duele; sé que muchos poetas han escrito sus prosas un poco borrachos, ¡drogados! a veces derrotados.
No sé; lo importante es de cómo nacen las palabras, las impresiones y expresiones en unas hojas blancas para aliviar las penas y dolores…
¡El sufrimiento! No sé, nadie comprende ni entiende; muchos lo esconden, ¡los sentimientos!, lo ocultan o ignoran, no quieren hacer sufrir al corazón.
¿Morir de desamor? No creo justo, no sé; dicen que hay que amar para recibir amor, pero no siempre sucede; depende de la suerte; la decepción duele.
No sé, prometen o juran amor, pero para ti no las tiene, no las demuestra. Duermes esperando algunos besos y caricias, pero solo te acompaña la sabana fría.
No sé qué tan especial te consideran; la verdad, amamos a veces a personas incorrectas; lo cierto es que escribo mejor, con heridas abiertas que cerradas.
No sé, si es mejor vivir con desilusiones que ilusiones, con desesperanzas que esperanzas, la verdad es que me expreso mejor con nudos en la garganta.
No sé si las lágrimas en los ojos son para ahogar las dudas o lavar las penas; para no vivir con el corazón sangrando quiero extraer la sangre de mis venas.