Detén tu paso,
amigo y compañero,
no tengas prisa.
Hay mucho tiempo
y espera una mañana
para nosotros.
El cielo azul
sin nubes en el cielo
y el mar tranquilo.
Día de playa,
de fiesta y de descanso,
bien merecido.
Por eso vive,
disfruta de estas horas,
busca su paz.
Y cuando puedas
contempla lo que tienes
cerca, muy cerca.
Vive y admira,
sintiendo los latidos
de este poema.
Y es que la vida
es única y regalo
para nosotros.
Y hay que vivirla,
sentirla en nuestra sangre
y ser sus versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/08/24