julio de guernica

Tu eres

Lucero que ilumina la alborada,

estrella que refulge en noche oscura,

manantial que ha brotado en el desierto

poblándolo de oasis de frescura.

Ensueño que en mis sueños aparece,

relámpago que aclara mi penumbra,

melodía de arpegios celestiales

en cada acento que tu voz pronuncia;

vergel que reverdece mis otoños,

primavera que el alma me perfuma,

infinito universo que en tus ojos

ha explotado en galaxias de ternura.

Marejada que llega hasta mi playa

y entrega al estallar, besos de espuma.

Dulce brisa de tu aliento tibio,

sueño hecho realidad en tu hermosura,

rayo de sol de todas mis auroras,

en cada anochecer beso de luna.

Prueba viviente de que Dios existe

porque ha hecho a su imagen tu figura,

porque ha enviado a su ángel más perfecto

para elevar mi alma hasta su altura.

Sin tí, mi corazón que no sabía

de verdad, de belleza y de ventura,

hoy que puede latir con tu latido

con sólo contemplarte, se perfuma.