Freddy Kalvo

La dentera

La envidia carcome el alma

y el odio se la termina;

no hay frutos que den las plantas,

que vengan de otras semillas.

 

Dolores trae la rabia

igual que las injusticias

que algunas, tal vez se callan,

mas otras, siempre se gritan.

 

El ojo que es envidioso

también se vuelve mezquino,

malévolo y también tosco

 

haciendo muy bien su oficio.

Dejadlo, que poco a poco,

terminará su delirio.