Cuando Dios creó el día
le dio toda la luz,
y también le dio calor
cono lo que sobra creó
la noche tan negra y fría.
Pero enseguida notó
que la noche era oscura,
creó entonces la luna
apoyada por el sol,
y así, la noche se alumbra.
Entonces Dios descansó
pero no quedó conforme,
pensó que era bastante
luz, para una noche
y la luna, fue menguante.
Y cuando vio de repente
que la noche era mas negra,
mandó la luna creciente
y después, la luna llena.
Esos cambios de la luna
y la fuerza de su luz,
de noche, siempre te alumbran
y la noche como el día
tienen su luz para ver,
ya no se encuentra en penumbra.