¿Sabes? Ayer no estaba nada bien…
Tu recuerdo como nunca me aturdía…
Y puedo confesarte que también
Por motivos algo extraños que no sé,
Lo cierto mi vida, es que me pasé
Recordándote todo el santo día.
Es esa costumbre mía de amarte
A cada minuto, a cada segundo,
Ese eterno querer entregarte
De una manera muy decidida,
Lo más hermoso de mi vida
Y lo más íntimo de mi mundo.
Ayer, yo… no era yo… no.
Ése que siempre te nombra,
algo de pronto se rompió
En lo más adentro de mí
Y de aquel que siempre fui
Sólo va quedando mi sombra.
Ayer que te amo tanto decía,
Una y otra y otra y mil veces…
El eco sin embargo no lo repetía
Y yo entonces me preguntaba
Si no eras la mujer que amaba
Porque ¿sabes?, aún te le pareces.
Pero por supuesto que sí eras…
Aunque a ratos te note distinta,
Te amé de tantas maneras
Que ya no sé ni cómo decirlo,
Pero cuando quise escribirlo
De repente se acabó la tinta.
Ayer te pensé tanto, tanto
Y me sentí tan olvidado…
Tú no te imaginas cuánto
Y no sé si alguien me lo crea,
Que ahora para ti yo sea
Sólo un asunto cancelado.
En mí, todas tus vivencias
Trataba yo de retenerlas,
Tus más locas ocurrencias,
Tus típicos gestos que amé
Páginas escritas que no sé
Si pueda volver a leerlas.
Cada noche como hoy escribí
Siendo tú mi única musa
Y ayer tan triste me sentí
Y mi razón tal vez te entiende,
Mi alma aún te defiende…
Pero el corazón te acusa.
Y dice que dejaste de querer
O que quizá nunca quisiste.
Justo me lo repetía ayer,
Cuando tanto te extrañaba,
Cuando busqué y no hallaba
Ese querer que me diste.
Ayer te escribí, casi te llamo,
Pero no lo hice, ya ves…
Ayer me juré que te amo,
Te amo aunque ni te vea,
Aunque quizá la de ayer sea
…la última vez.