En El Hospital
Todo comienza a ser nada, así, repentino
en este espacio en el que mucho existe,
un nido donde jamás falta el alpiste
y al que nunca quiere llegar quien un día vino.
Serenidad y silencio envuelve y predomina;
daga afilada en soledad su brillo deslumbra
con un aviso lejano: blanco intenso en la penumbra
que llama… cual último trago en la vitrina.
Y uno… entiende algo, pero está la duda;
fácil el camino, la ruta, aquella vía;
sin embargo, el alma dice: No! – Todavía;
así que de lejos al blanco intenso saluda.
Sin voz, el otro lado escucha al pensamiento,
comprende que aún hay vida y que se es fuerte;
no es que uno quiera burlar a la muerte,
pero, si queda mucha vida… aún… no es el momento…
Alviz Neleb
Octubre 09 de 2010
11:34 a.m. - Sábado