Mi vida está fuera de control
soy un vagabundo en la soledad,
voy abriendo caminos de silencios
y aún no sé donde habré de llegar.
Las palabras mueren lejos de mi voz
ya no hay flor que pueda deshojar,
el ayer se agiganta en su propia huella
pero es pequeño lo que puedo recordar.
Mi tiempo es un tiempo sin un reloj
mis noches son sueños libres en un mar,
metáforas que dibujan mis propios versos
y el presente es un espejo de mi realidad.
Me enfrento al laberinto de mi frustración
envuelta mi vida en un juego tan mortal,
mis lágrimas solo saben a una tristeza
que atrapa a mi sombra en la oscuridad.
Nadie sabe lo que ya he vivido yo
todos ignoran cuál es mi única verdad,
pero así como sé que estoy muriendo
sé que al morir alguien por mi llorará...