manuel rosario

Mi Ășltima morada: Por MANUEL ROSARIO

Cuando llevéis mi cadáver

rumbo a mi sepultura,

no olvidéis este ruego...

por favor, yo les pido.

 

No echéis  mi nombre en el olvido,

ni lo entierren en un un lugar extraño.

No cubran mi rostro con un paño,

por ocultar la verdad de mis dolores.

 

ésta es mi última morada,

ya mi alma se despoja de mi cuerpo,

no olvidéis, que aunque me vean muerto,

estoy entre los vivos, como flor en un huerto.

 

No quiero un nicho, de lujos atractivos,

ni frases de ricuras elegancias.

Quiero sentir el rigor y la fragancia

de los campos floridos de mi pueblo.

 

A la hora del ritual, en mi partida,

no olvidéis de rezar una oración,

que diga lo que yo fuí entre mi gente,

y que mi muerte ha sido una misión.

 

Una lápida pido como recuerdo,

dónde grabada quede mi estadía,

allí...por siempre viviré sin rencores,

donde me alumbre, la luz de un nuevo día.