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Quiero un novio marinero
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A Eladio Ibáñez
un hombre del mar
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Madre;
por favor se lo suplico
déjeme usted el casar
con un hombre de la mar,
no me importa si no es rico.
Madre, que yo se lo explico;
Por la tarde en el paseo
de los más guapos que veo,
van con traje marinero,
¡son pa´ quitarse el sombrero!
¡No encuentro a ninguno feo!
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No me busque un novio rico,
¿ya vio usted los marineros?
¿Y vio sus ojos sinceros?
¡Ay, madre se lo suplico!
Que no quiero yo un borrico
ni cargado de pesetas,
que no engordé yo las tetas
pa´ goce de un majadero.
¡Un hombre del mar yo quiero,
y si no, a hacer puñetas!
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Hágame madre un favor,
vaya usted a ver a Eladio,
mientras escucho en la radio
una novela de amor.
Le hable de mí con ardor,
dígale que soy muy tierna
y que guardo en la entrepierna
una joya para él
y prometo serle fiel
por toda una vida eterna.
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Mercedes Bou Ibáñez
Ahora, Alias La ponzoñosa (gracias a Alicia)
Otra con la que nunca tuve nada
y me pone verde en cuanto tiene ocasión,
es maravillosa, un ángel de mujer.