Yeshuapoemario

Jehová está de mi parte, no tendré miedo (Sal. 118:6).

 

 

En el susurro del viento, en el murmullo del río,

se escucha la voz suave del Creador infinito.

\"Como los gorriones libres, sin temor al porvenir,

así os he creado, para en mi amor vivir.

 

No hay estrella en el cielo, ni flor en el sendero,

que no esté bajo mi cuidado, que no guarde mi misterio.

Cada gorrión que vuela, cada pétalo que cae,

es un testigo de mi promesa, de mi presencia que no se va.

 

Vosotros, mis pequeños, sois joyas de gran valor,

más allá de los gorriones, sois el reflejo de mi amor.

No temáis a la tormenta, ni al silencio del desdén,

pues en cada paso incierto, mi mano os sostendrá también.

 

Recordad las palabras, del Maestro en su bondad,

que incluso en la humilde ave, se manifiesta la verdad.

Que no hay ser tan pequeño, ni vida sin importar,

en los ojos del Eterno, todos brilláis como el mar.

 

Así que al ver un gorrión, en su vuelo matinal,

recordad que sois amados, de manera especial.

Porque cada vida cuenta, desde el ave hasta el rey,

y en el gran libro del tiempo, vuestro nombre escrito está, ¡sí!

 

Levantad pues la mirada, cuando el miedo quiera entrar,

y como los gorriones, decid a volar.

Con la fe como estandarte, y el amor como razón,

no hay oposición alguna, que apague vuestra canción.

 

Porque más que muchos gorriones, es lo que valéis vosotros,

tesoros en esta tierra, portadores de lo más nuestro.

Y en cada gorrión que parte, en cada uno que vendrá,

está la certeza divina, de que alguien os cuidará.

 

Así que en la persecución, o en la calma del hogar,

sabed que como los gorriones, os he de valorar.

No como aves del mercado, ni como números sin más,

sino como hijos amados, en quienes me puedo hallar.

 

Porque en el vuelo del gorrión, hay una lección de fe,

una invitación a confiar, en quien todo lo ve.

Y aunque el mundo os ignore, o la duda os quiera atrapar,

como a los gorriones, os he de amar.

 

Así que seguid adelante, con valor y con pasión,

recordando siempre, que valéis más que un gorrión.

Y en cada ala que se extiende, en cada canto al alzar,

está mi voz que os llama, a nunca dejar de amar.\"