Atrapado estoy en una telaraña de silencios
esperando que me devore una cruel soledad,
entre almas que se despojaron de esqueletos
pero que en el silencio aprendieron a llorar.
Aquí se han frenado las alas del tiempo
mi agonía despierta en luces de espiritualidad,
mi nostalgia ya no retiene lo que está tan lejos
y mi vida es un naufragio en medio del mar.
Más inmovilidad consigo si me muevo
en una trampa invisible que suele ser mortal,
mi espíritu sin fuerzas y tan lleno de miedos
y mi corazón, que al latir solo sabe palpitar.
Nada alrededor de mí, allí arriba el cielo
voces susurrantes que me quieren lastimar,
una realidad que me ha robado ya los sueños
y aunque no lo quiera solo me queda esperar...
Siento un dolor que me recorre por dentro
de aquello mío, que hoy simplemente no está,
en la parálisis profunda de todo mi cuerpo
mi mente que se empeña tan solo con pensar.
Mi conciencia se intranquiliza en este derrotero
donde ya no habrá para mí una nueva oportunidad,
donde mi vida es una pirámide de sufrimientos
y mi sombra comparte conmigo esta cruel ansiedad...
Atrapado estoy en un presente lleno de recuerdos
mendigando una compasión que no va a llegar,
hasta que la soledad me inyecte todo su veneno
y de mí, de mí, ya nada, nada, quedará...