Rhea

Demasiado cobarde para quererte

 

Hoy soñe con el mar y me descubrí extrañándote.

Me desperté anhelando ver tu rostro, anhelando mirarme en tus ojos, tocar tus labios.

Miré a mi alrededor y solo estaba yo, extrañándote como nunca antes te extrañé.

Una vez alguien te preguntó si esperabas encontrar a ese alguien especial y le dijiste que sí, que esperabas que llegara pronto.

Y te lo digo ahora, aunque me cueste aceptar cuánto te quise, ese día pedí al cielo que ese alguien fuera yo.

Pero el cielo no escuchó.

Cada día era una hoja en blanco y yo esperaba con impaciencia que aparezcas frente a mi, para escribir tu nombre en ella.

Te quise en silencio y ahora me arrepiento de no habértelo dicho, tal vez también pensaste que sería yo ese alguien especial, pero nunca te di señales, nunca dije nada.

Porque si noté como me mirabas, como te dolía si yo lloraba, como intentabas sacarme una sonrisa cada vez que estábamos juntos.

Te noté buscándome con tus ojos entre la multitud y me equivoqué al pensar que algún día te darías cuenta de que ambos estuvimos buscándonos por tanto tiempo.

Pero fui demasiado cobarde para quererte

Ahora sé que el amor no se calla, que es demasiado bonito para enterrarlo en el abismo.

Demasiado bonito para no compartirlo.