Verde esperanza
En la quietud del camino,
un vacío se abre
donde el verde del loro
su pluma pierde.
Una pluma, un recuerdo,
en la mano se me aferra.
Latido de sentir,
¡es que mi alma la percibe!
Verde esperanza, brote de fe.
Amarillo mismo, luz de día.
Rojo, pasión, pasión del alma mía.
La pluma, mensajera de sueños,
se posó con delicadeza.
En mi mano la esperanza
se hizo palpable,
ahora vuela muy alto,
sin su pluma.
Me ha regalado un vínculo
que nos une a ti y a mí.
Autor: Antonio Pais