Camino deambulando por el cielo negro en sueños, plagiando sus presagios...
Y andando firme y sereno voy y vengo desde Mirru a Mirrurrito y me tropiezo...
¡Escribe! ¡Grita! ¡Expulsa! ¡Llora! ¡Sangra!
¡El exorcista está de guardia!
Avisadle de urgencia aprovechando que los guardianes del sueño se han dormido.
Y en esta puta madrugada el oleaje es cataclismo desatado,
y aprovecha con alevosía la muerte del ángel de la guarda
para servirme en un acto generoso pesadillas a la carta, y bandas sonoras a elegir...
Y yo ajeno, y fiel a mi nobleza, celebro el rito en mi emboscada:
Solemne, sí, pero caótica...
Y respiro y vivo y siento y pienso y SOY.
RBP (20/8/24 - 4:32)