José Fas Fonfría

TODO ERA UN SUEÑO.

TODO ERA UN SUEÑO

Eres mi edén, mi paraíso soñado,

todo por lo que he vivido y luchado,

atrás queda, todo el tiempo malgastado,

conocerte a ti, mis penas, ha aliviado.

La ternura que tu mirada inspira,

es la razón, por la que la gente conspira,

pero mi corazón que… por ti, de amor suspira,

es el motivo, que la plebe envidia, y admira.

 

Vivo por ti una incontrolada pasión,
eres perfecta, digna de gran devoción,

exquisita mujer, de prolongada predilección,
siempre dispuesta, para calmar mi admiración.

Cuando tomas mis manos con ansiado cariño,

siento florecer las mías, como cualquier niño,
y te correspondo, enviándote un guiño,
cual desesperado chaval, barbilampiño.

 

Y es que vivo por ti, y para ti,

continuamente, pienso en ti, y solo en ti,
todos mis sueños, los comparto contigo,
el amor que me inspiras, lo vivo también contigo.

Llevo por bandera este ansiado sentimiento,
motivo por el cual, vivo en continuo derretimiento,

que conlleva también, un pertinaz sufrimiento,
que… da luz, a todas las estrellas del firmamento.

¡Qué barbaridad, que frases tan cursis!

Y… ¡Que bonitos pintamos los sueños!

Es muy fácil, confeccionarlos a medida,

pero, en la vida real, los placeres ya tienen dueños,

y siempre nos toca acabar con una ilusión concebida.