Cuando en la tarde silente
miro el sereno poniente
cuyo esplendor soberano
viene con luz del arcano
lleno de brillo y de sol;
veo en sus rayos violeta
como visión de profeta
todo su bello arrebol.
Y cuando siento del río
cálido y fresco rocío
viene a mi numen poético
ese su aroma magnético
cual perfume de clavel;
entonces pienso por meta
de ser el tierno poeta
que bebe su dulce miel.
Y sueño en mi fantasía
ella es el ángel que un día
plena de encanto y dulzura
vendrá con grande ternura
sueños de amor a cumplir;
y soñando en su silueta
siento de amor la saeta
con sus pasiones venir.
Autor: Aníbal Rodríguez.