¿Qué quiero hacer con mi vida?, es una gran pregunta.
A veces siento que estoy durando sin un proyecto que seguir. Por otro lado, me entusiasma el día a día y escribir (aunque me frustra un poco no poder publicar en este momento).
Pensé que a esta altura de la vida, tendría más posibilidades de ir a otros lugares y la realidad indica que no es tan así como lo pienso.
Me gusta mucho estar en mi lugar, pero no siempre tengo ganas de mantener el espacio como en realidad quisiera, a sabiendas de que lo necesito para sentirme mejor, y que el orden y espacio externos, son indispensables para que lo mismo suceda en mi persona.
Me falta voluntad y motivación. Y soy muy consciente de que no puedo adquirirlas fuera de mí; aunque la motivación es más benévola y puedo encontrarla con mis pensamientos.
Sucede que mi mente le saca mucha ventaja a mi sentir íntimo, y hasta que la alcanzo no sucede la magia.
Estoy en un círculo vicioso. Sé que necesito ayuda y no la pido porque me falta voluntad y compromiso, primero conmigo misma y luego con las posibilidades de cambio. ¿será que, en el fondo, algo me asusta?
¿Entonces qué quiero realmente?
Mujer de poca fe... ¿es lo que soy? ¿Algo tiene que ver con eso aunque racionalmente no lo piense así?
Me siento sola, a veces. También sé que ser feliz está en mi interior y no depende más que de mí. Un otro es necesario en la vida de cada uno, sea pareja, amigos, familia. Es una suma muy importante, mas cada sumando es independiente y si cada uno encuentra su propia felicidad, el resultado será óptimo.
No sé cuánto de sabiduría y madurez hay en esto, es mi sabiduría y mi madurez, y tampoco sé cuándo las adquirí.
Sí sé que conlleva angustia y hasta un poco de desilusión, ya que cuando somos chicos, no tenemos consciencia de las obligaciones y compromisos por venir y, cuando llega el momento, hay que estar preparados para no sucumbir al miedo o la depresión.
La madurez implica una mezcla de un poco de cada una de estas cosas y algunas más, aunque en distintas proporciones según el lugar en donde crecimos, la familia que tuvimos o tenemos, pero sobre todo y más importante, el amor que nos haya abrazado desde nuestra llegada a este mundo complicado y desafiante.
Por supuesto que, a partir de cierta edad, también nos independizamos de esa circunstancia, la que pasa a ocupar el importantísimo cimiento de nuestra vida, mas, a partir de allí, esa vida de madurez y felicidad serán, absolutamente, nuestra responsabilidad.
Y está a cargo nuestro proveer a su crecimiento con amor, en primer lugar por nosotros mismos, para poder compartirlo.
La buena noticia es que no es tan complicado como parece, y si encontramos el camino, se disfruta el proceso a cada paso.
¡Mi mejor deseo es que todos encontremos la forma de sumar, para que tengamos la posibilidad de encontrarnos!
¡Qué linda es esta vida, sabiendo que hay Alguien y Algo que nos está esperando, y que lo mejor siempre está por venir!!
Miriam Venezia
15/08/2024