Me quitas la ropa
y te sorprenden
mis vellos en el pecho,
y cuando te desnudas,
no encuentro uno solo
en todo tu cuerpo.
Has escondido el anillo
de tu pasado,
en cambio verificas las arrugas
de mi frente.
Me revisas cuidadosamente
mi cuerpo,
juegas con el,
a mi me lo prohíbes
todo.
Dices que te iras temprano,
que no habrá besos en la despedida
y que me olvide para siempre
de ti.
Te ríes de mis lágrimas,
escondes tus sentimientos,
vuelve a tu sitio,
donde te encontré,
en la sala de esparcimiento.
Si te vuelvo a ver,
me cegaré como Edipo,
pediré el destierro
para no revivir tu recuerdo.