Apagué la radio,
apagué el televisor,
apagué el teléfono,
tome el periódico bajo el brazo
y salí a escribir un verso
en la cuartilla de la mañana
Bajé a los mercados,
subí a los colectivos
a escuchar pecados,
a aprender motivos
Me fui por los parques
bajo sus arboledas
y me encontré a Borges,
Becquer y Espronceda
Entre la polvareda de una callejuela
me encontré al Mago
haciendo una culebrita macheteada
junto a un Maradona, a un Higuita,
un Beckenbauer, un Ronaldinho y hasta un Messi
el balón se disputaban
Por la vereda me encontré
Curie, Pasteur, Galilei,
Darwin, Picasso, Bounarroti,
y en una banca a la vera
se intercambiaban ideas
un Locke, Smith, Marx,
mientras rezagados les escuchaban
el Che, Martí, Villa, Pastora
en franco combate con un Patton
un Musolini y hasta un Sparrow
corría tras un Wallace
que pretendía liberar a los niños perdidos
del barco de Garfio
Doble por la esquina
donde convergen la fantasía
con las promesas de vida
me quede en silencio
para ver que seguía
Con las últimas luces del día
volví hasta mi puerta
donde mi perro ya no me conocía
ya no era el mismo
había envejecido
había engrosado
mi cuerpo en poesía
la cual nunca he escrito
pero la disfruto mucho cada día