Cuando suena la campana
El ritmo aceleraba cada vez más, mientras veía los segundos pasar, el ruido al rededor, la gente esperando apurar el reloj.
Subí al ring, sintiendo la adrelina subir, sonó la campana, el ruido se silenció y sentenció a una, vencedora y otra, perdedora.
la peleadora, era ágil y vivaz, no la veía bien, pues, traía una antifaz, de rojo luminoso y amarillo, llamativo.
Alzaba los brazos y alentaba al público, se alimentaba de cada, palma alzada; mientras yo, me cansaba, y el aire me faltaba.
Menguaba el yab, y ni podía conectar- ¡tienes que despertar!- sentía a mi esquina, gritar
Mis brazos, ya no respondían.
Retrocedí y reconocí que aunque todo lo di, era hora de reconocer que no iba a poder, la altivez huyó como una brisa, soez.
Justo en ese momento, mi rival, comenzó a tambalear, precisaba la atención recuperar, debilitada y asustada, a mis ojos, observaba.
Esa noche, pude, al fin ganar, en la ultima instancia,pregunté su nombre, mirandome, murmuró: arrogancia.
Scarlett-Oru