Vivimos aterrados del silencio,
porque el silencio representa la muerte,
y con la muerte, el fin del amor.
Pero silencios tiene la música,
porque entre nota y nota
nace una flor.
Silencios tiene la luz que nos da la vida,
porque vive de fotones
y los fotones son como gotas
y gota a gota, alumbra el sol.
Tememos a los silencios
sin saber que de silencios
segundo a segundo
caminan los relojes del tiempo,
desde los relojes de sol.
De silencios nacemos y vivimos,
porque silencios tiene la vida,
cuando late el corazón.
¿Por qué entonces temer al silencio,
si entre latido y latido,
si entre pasión y pasión,
respiramos cada instante
cuando hacemos el amor?
Frank Calle (29/ septiembre/ 2019)