Nicolas Ramirez F

El cansado.

Me retiro.

Mi cabeza está en llamas

y no creo poder tolerar

tanto oxígeno.

 

Tampoco creo poder regresar.

Siento que la piel

se vuelve escama

y no puedo parar

de llorar en la cama.

 

No me mires a los ojos,

que si me muero de dolor

será por ver mi rostro

en el reflejo de tu mirada.

 

Y aunque quiera cerrar

los míos,

te mirarán siempre;

al final de cuentas,

la gula

es un pecado

y ya estamos cansados

de alimentar nuestras

mentiras.

 

Dentro de mi pecho

vive un mago

ebrio y vago,

que libera hechizos

sin pensar lo confuso

que puede llegar a dejar

a mi mirar.

 

Me retiro.

No creo poder seguir

siendo el único muñeco

con cabeza,

Ni la única nube

que no llora.

El mago,
mi mirada,
mi llanto
y yo,
seremos el reposo
de este fracaso
que, sí, morirá
en un pozo…