La patraña del género adiestrado.
En la pantomima del sexo impuesto,
nos venden roles de feria barata,
como si el rosa y el azul, de lata,
pudieran subyugar al ser dispuesto.
Dictan cómo chingar y hasta pensar,
con libretos de mentes abolidas,
donde el macho ruge y la hembra es vendida,
el vil género es un vulgar disfraz.
Me meo de risa y cae la orina,
hembras sometidas y machos brutos,
normas que solo encajan en doctrina.
Que el show se derrumbe en desmadres putos,
y la verdad se hace libre en su ruina,
ni el poder ni el pavor son absolutos.
La Bruja Irreverente.