Gonci

Naturaleza, reflejo de paz

En campos verdes suaves como una caricia,

Baila el viento entre las flores silvestres,

Esparciendo su dulce perfume a vida,

Alejando de mí, todos mis errores.

 

En el susurro suave de la brisa,

las hojas danzan, brillan con el sol,

un río canta, su cristal es farol,

y en cada flor se esconde una sonrisa.

 

En cada hoja, en cada pétalo hallado,

la naturaleza canta con alegría,

creando un lienzo vivo y encantado,

que es fuente de paz y de energía.

 

Montañas altas acarician el cielo,

ríos cantores fluyen con dulce arrullo,

mientras el bosque es un divino anhelo,

que en susurros cuenta un mágico murmullo.

 

Los montes altos, guardianes de la brisa,

con nieves blancas visten su rol,

en el ocaso, el cielo es un arrebol,

y en cada estrella, un deseo se realiza.

 

La vida brota en el canto del ave,

en la profundidad del bosque callado,

donde el tiempo se detiene y se agrava.

 

¡Ah, la belleza de la madre tierra,

Que con fuerza y vida

en su esplendor eterno se destierra!

 

Oh, naturaleza, en tu regazo hallo paz,

Un edén eterno, donde el alma danza.

Cuidemos este mundo, con amor y fe.

 

Cuidemos este mundo, frágil y bello,

Para que siempre en él la vida florezca.

 

Gonci